El proceso de endurecimiento de hormigón es una etapa que consume tiempo dentro de la producción de prefabricados. Por una parte es importante reducir el tiempo de endurecimiento, -que casi siempre se consigue con el uso de calor o con curado al vapor - procesos que consumen una gran cantidad de energía. Por otra parte la energía consumida en procesos de producción eficientes y ecológicos gana importancia.

La producción debe ser tanto rentable como emitir bajo contenido de CO₂. Con el diseño de dosificaciones de hormigón, la innovación en superplastificantes y la eficiente tecnología acelerante, el proceso de producción total se optimizaría considerablemente pudiéndose reducir e incluso eliminar el consumo de energía de curado.

Con SikaRapid® -1 se puede acelerar el endurecimiento sin que se produzca una perdida de resistencias. Por consiguiente esta tecnología proporciona soluciones para acelerar el endurecimiento de todos los tipos de hormigón incluso en diferentes condiciones de producción. Esta aceleración del endurecimiento puede reducir o eliminar energía de curado, mejorar la rotación de los encofrados y obtener una mayor y mejor productividad.

EJEMPLO: PRODUCCIÓN DE DOVELAS PARA TÚNEL

En la producción de dovelas para túnel existen dos parámetros claves. Por un lado es sumamente importante conseguir una resistencia inicial especificada, por otra parte se deben considerar las exigencias más altas respecto a la durabilidad. El funcionamiento del hormigón en cuanto a estas dos demandas puede ser mejorado con la tecnología SikaRapid® -1, unido a la potente tecnología de Sika ViscoCrete® .

El cumplimiento del primer objetivo se puede lograr incorporando calor de curado en el proceso de producción de dovelas. Para alcanzar resistencias iniciales de más de 25 MPA fue necesario aplicar una secuencia de calor de más de 5 horas. Con el uso de SikaRapid® -1 el proceso de endurecimiento del hormigón fue optimizado y como resultado se podrían eliminar aproximadamente 150 minutos de calefacción.

Al mismo tiempo se obtuvieron las resistencias iniciales y finales necesarias. Además la durabilidad de las dovelas fue mejorada al igual que se limitó la temperatura máxima del curado del hormigón a < 60 °C. Por tanto, puede alcanzarse una reducción de más de 25 ºC en la temperatura del hormigón. En general, el consumo de energía en el proceso de producción de dovelas puede ser reducido sustancialmente. Este planteamiento demuestra un alto grado de sostenibilidad.

Esta información forma parte de Folletos destacados de Sika