Se ha puesto en funcionamiento, a modo de prueba, un sistema pionero que permite exportar clínker –el principal componente del cemento- a través del puerto de Málaga, mediante una cinta ecológica para graneles que reduce al mínimo el impacto ambiental durante las operaciones de carga de los barcos.

Se trata de un proyecto impulsado por FYM HeidelbergCement Hispania, en su compromiso por la sostenibilidad medioambiental, y que ha supuesto una inversión de 2,5 millones de euros.

Desde primera hora de la mañana, la cinta transportadora estuvo cargando una embarcación con un volumen de 4.800 toneladas de clínker con destino a Irlanda, lo que servirá de prueba de toda la nueva operativa de cara a su estreno oficial, durante el próximo mes de agosto, con barcos de 30.000 y 40.000 toneladas.

Un proyecto pionero

Esta es una de las primeras experiencias de carga ecológica de clínker a buque en España y Europa, y la primera con una solución hecha a medida.

La cinta, que está completamente cerrada y que cuenta con un sistema de aspiraciones que elimina la generación de polvo en el entorno, transporta el clínker desde el muelle hasta la misma bodega del barco gracias a una manga telescópica. La capacidad de carga de la cinta es de 650 toneladas a la hora.

La nueva operativa incluye también la puesta en marcha de dos nuevas carpas instaladas en la zona de Pescadería que permiten acopiar el material de forma confinada a la espera de ser cargado.

Otra apuesta para reducir el impacto ambiental

El de la cinta de clínker es uno de los dos grandes proyectos recientemente impulsados por FYM-HeidelbergCement para implementar importantes mejoras medioambientales asociadas a la actividad de la Fábrica de Málaga.

El otro proyecto es una nueva trituradora de pizarra que la fábrica prevé instalar después de que el Ayuntamiento de Málaga, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo, haya dado luz verde.

El traslado de la instalación y la remodelación total del sistema de trituración de la fábrica de cemento de La Araña, que supondrá una inversión de unos 3 millones de euros, permitirá mejorar las condiciones ambientales de la instalación al reducir la emisión de partículas y el ruido.

Las labores de montaje de esta nueva instalación comenzarán a principios del 2020 y está previsto que esté operativa el próximo verano.