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Patologías del Hormigón y su Tipología - Chryso

Patologías del Hormigón

El material con que está hecho el hormigón es antiquísimo. En la industria de la construcción es clave por su fuerza y ​​resistencia. Sin embargo, existen patologías del hormigón que afectan su calidad y durabilidad por causas de humedad, temperatura, presión y otros.

El diagnóstico y reparación a tiempo evita inversiones costosas a futuro, además de las consecuencias catastróficas que puede acarrear una edificación afectada por las patologías más comunes del hormigón.

LOS DISTINTOS TIPOS DE PATOLOGÍAS DEL HORMIGÓN

Las estructuras de hormigón sufren ataques de distintos agentes ambientales que deterioran su resistencia, apariencia y resistencia en el tiempo, entre ellos:

LA CARBONATACIÓN
Es un fenómeno natural del envejecimiento del hormigón. En buenas y saludables condiciones, el material tiene un pH básico de 13. Sin embargo, el pH cae gradualmente a 9 cuando el hormigón reacciona con el CO2.

Dentro de la estructura, los armazones se corroen cuando la zona de carbonato los alcanza. Ganan volumen, lo que hace que el hormigón reviente, dejando al descubierto grietas. Aunque este proceso se puede tardar años, cuando se presenta es devastadora y costosa la reparación.

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También es fácil de identificar, para eso existen pruebas sencillas como escarbar una pequeña área de la estructura, preferiblemente las que se encuentren en bordes y despejarla del polvo; luego, se pulveriza una mezcla de fenolftaleína en alcohol, las áreas sanas tomarán un tono rosado.

Pero las áreas carbonatadas no cambiarán de color. Esta prueba se ha constituido en una rutina para examinar el estado de carbonatación de edificios y obras en concreto.

FISURAS EN EL HORMIGÓN ARMADO
El agrietamiento del hormigón es un fenómeno normal en la vida de una estructura, la fisura es un defecto que separa el material en una determinada superficie. Puede ocurrir cuando el hormigón es:

  • Sujeto a fuerzas de tracción
  • Diseñado sin respetar las reglas de solidez
  • Exceso de agua en la mezcla
  • El secado rápido del hormigón
  • La ausencia de juntas de expansión
  • Condiciones climáticas
  • La vibración.

A pesar de su resistencia, el hormigón sigue siendo un material que se deteriora cuando se somete a cargas, tensión o deformaciones. El agrietamiento aparece entonces como un fenómeno normal, sin embargo, puede extenderse y hacer que el material se rompa si no se toman medidas.

ALUMINOSIS
Es una patología grave y deriva de la fabricación del hormigón con cemento aluminoso. Fue un material muy preciado por la rapidez con que fraguaba, sin embargo, está prohibido su uso actualmente. Pero existen estructuras hechas con este material.

El problema radica en que el hormigón acusa porosidad, perdiendo su fuerza y capacidad de resistencia ante el peso. Las primeras manifestaciones de la aluminosis es la presencia de manchas amarillas en la estructura, la aparición de grietas o la falta de adherencia.

Las alteraciones que sufre el hormigón armado se debe al contacto con factores naturales como la humedad, los cambios de temperatura, la concentración de sal y otros elementos.

REACCIÓN ÁRIDO-ÁLCALI
La reacción árido-álcali produce una especie de gel que aumenta de volumen al hacer contacto con el agua y quiebra o crea fisuras en la estructura. Este gel, es el resultado de la emulsión alcalina que se va acumulando en los poros de la estructura, junto a los minerales silíceos de los áridos.

De este tipo de patología se tiene conocimiento desde hace más de 60 años, y se requiere de tres factores para su aparición: sílice reactiva, álcalis suficientes y humedad constante.

IÓN SULFATO EN FORMA DE SALES COMPLEJAS
Entre las patologías del hormigón se encuentra las producidas por sales de sulfato contenidas en forma natural en suelos y aguas. La intensidad del ataque dependerá de las cantidades de sales, la permeabilidad del hormigón, la cantidad de agua en el subsuelo, y la composición del cemento utilizado.

Existen zonas naturales proclives a generar daños en el hormigón, como lugares cercanos al mar, donde se almacena carbón o existen minerales sulfurados. A esto se le adiciona la acción erosiva de olas y otros factores abrasivos que producen oxidación.

CONSECUENCIAS DE LAS PATOLOGÍAS DEL HORMIGÓN

Cuando se diagnostican las patologías puede procederse a sustituciones o refuerzos en secciones de la obra cuando los daños se dan por separado. Algunas veces requiere reparaciones costosas o demolición de partes de la estructura según su importancia y correspondencia con el resto de la edificación.

Las patologías tienen diversos orígenes y de ellos dependen las consecuencias que puede sufrir la edificación, entre ellas las fisuras son las más comunes, aunque comienzan con líneas muy finas en el exterior de la superficie, terminan siendo grandes separaciones que comprometen la estabilidad de la edificación.

También existen los errores del cálculo estructural que no se corresponden con la carga que debe soportar la estructura, terminando por colapsar y poner en riesgo la habitabilidad. Hay consecuencias por errores de ejecución de la obra y por asientos diferenciales.

Cuando se producen errores de ejecución de obra se debe a una falta de supervisión que agravará la presencia de otras patologías. Finalmente, el asiento donde reposará la obra debe contar con un estudio previo sobre las condiciones del suelo donde se apoyará la estructura de hormigón.

Las consecuencias pueden ser muy graves en términos económicos, sociales y jurídicos. Se han determinado niveles de riesgo en las fachadas de edificios. El primer nivel, corresponde a la parte estética sin mayores riesgos y fácil de reparar.

El segundo nivel corresponde para lesiones que sí acarrean consecuencias importantes en términos de salubridad y habitabilidad; no obstante la estabilidad no está comprometida. Si la edificación alcanza el tercer nivel pone en riesgo a sus habitantes y requiere con urgencia una rehabilitación.

Cómo prevenir las patologías del hormigón

La ingeniería ha estudiado bien las formas de prevenir el agrietamiento del hormigón, entre las recomendaciones que deben seguirse se mencionan:

  • Evite agregar demasiada agua a la mezcla. El exceso de agua afecta gravemente a la calidad del hormigón. Para evitar esto, se deben realizar dosificaciones precisas durante la mezcla de los elementos (agua, cemento, ácidos, etc.).
  • Instale las juntas de expansión. Las juntas de expansión permiten que las losas de hormigón se contraigan y expandan sin degradarse. El papel de las juntas es absorber la expansión del hormigón bajo el efecto de las variaciones climáticas (frío, calor, viento) y la presión del suelo.
  • Cure el hormigón. El curado evita que el agua se evapore demasiado rápido. Es por eso que se recomienda aplicar un curado a la superficie del hormigón recién vertido, con el cual se mantiene una cierta humedad. Se debe evitar el secado acelerado del material cuando se coloca.
  • Instalar enrejados metálicos.
  • Evite someter el hormigón a cargas directas.
  • Utilice el nuevo hormigón autorreparable. Los nuevos hormigones autocurativos contienen bacterias beneficiosas. Estos forman yeso que permite rellenar las grietas.

Las grietas en el hormigón no siempre causan daños inmediatos. Sin embargo, es recomendable tratarlos para evitar sorpresas desagradables. El agrietamiento en el concreto generalmente se debe a la falla del refuerzo. Estos se erosionan bajo el efecto de la corrosión.

Otros métodos más simples también pueden ser utilizados si el hormigón se agrieta:

  • Sondea los lugares agrietados con un martillo.
  • Excave las partes dañadas y retírelas.
  • Quitar el óxido.
  • Aplicar un producto anticorrosión.
  • Aplicar el mortero, alisar y dejar secar.
  • Las áreas que suenan huecas deben eliminarse. Luego es necesario retirar todas las partes dañadas hasta llegar a los refuerzos.

Para prevenir la patología del hormigón por sales complejas se recomienda bloquear el contacto con recubrimientos impermeables o drenajes de corte. Hay que evitar que el agua transporte el ión de sulfato hacia las profundidades del hormigón alcanzando vigas o columnas importantes.

PATOLOGÍAS EN FACHADAS
La rehabilitación de estructuras residenciales o institucionales conlleva a distinguir las patologías que afectan a las fachadas, o si son lesiones que no afectan la estabilidad y seguridad de la comunidad de propietarios. La mayoría de las veces este diagnóstico se realiza cuando se levanta el Informe de Evaluación de edificios.

El origen de las patologías en las fachadas se le atribuye a dos factores. Físicos y químicos. Entre los primeros destaca la humedad, la suciedad y la erosión. La humedad es la más común de las patologías en fachadas creando un ambiente insalubre y habitabilidad.

La humedad se da por filtraciones de aguas por tuberías rotas, desagües, filtraciones desde el subsuelo que ponen en riesgo la estabilidad de la estructura. La contaminación ambiental, también causa problemas; así como los agentes climáticos como la temperatura que expande y contrae el material de construcción.

La fachada de edificios se daña con el tiempo, el deterioro condiciona absolutamente el valor como propiedad y las condiciones de venta. La reparación puede prevenir la aparición o el agravamiento de otras patologías, al tiempo que mejorar la eficiencia energética.

Las fachadas son la primera protección de la edificación, son las que reciben los impactos directos del clima, la contaminación e inclusive los impactos de coches. El análisis de las patologías de fachada tiene diferentes niveles de riesgo.

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